Tras la juerga que se corrieron algunos la noche anterior, conseguimos partir relativamente temprano hacia Ziguinchor para tomar el ferry a Dakar.
En el camino nos pararon varias veces en los controles de la policía, y en uno de ello nos tuvieron casi media hora esperando, nos pidieron los pasaportes y vimos a Mamadou el chofer muy enfadado y a Mamadou que tuvo que bajarse del coche para hablar con la policía y hacer unas cuantas llamadas.
Nos dejan partir suponemos que tras el consabido soborno y entre las risas de los policias.
Llegando a Ziguinchor, vemos por la carretera varios grupos depersonas que iban cantando y bailando, algunosa de ellos disfrazados de mujer al igual que vimos en Carabanne.
Llegamos al puerto de Ziguinchor y facturamos el equipaje (fue un alivio no tener que estar pendiente todo el tiempo del mismo) y embarcamos a las 13h.
Cómo cuando sacamos los billetes ya no quedaban camarotes, ibamos en departamentos de asientos y nos dirigimos a ellos, parecían cómodos y no nos pareció mal el no tener camarote.
Se acercaba la hora de comer, y subimos a una de las cubiertas a comprar unos bocadillos (delicioso el bocadillo de carne), y nos sentamos en el suelo de cubierta a comer y a jugar a las cartas un rato.
Luego nos fuimos a otra de las cubiertas del barco a echarnos un ratito al sol y a descansar tras la comida.
He de decir que la parte del viaje que trascurre por el rio es una preciosidad y merece la pena verlo.
Una vez en el mar tuvimos la ocasión de ver una preciosa puesta de sol y hasta delfines al lado del barco.
Al entrar en el mar el paisaje cambia, y también el moviemiento del barco y empiezan a producirse las primeras "victimas" del meneito, sobre todo Silvia y Mamadou;ella fue sobrellevándolo, pero Mamadou tuvo que acudir a que le dieran pastillas para el mareo, pero ya no estuvo bien del todo hasta llegar a tierra.
Marta tapada con una bolsa de plástico
Ajo tapada con un pantalón
¿Y éste?…..¡sin palabras!
Mamadou y yo pasamos la noche en cubierta, yo tendida en un banco y el acostado en el suelo.
Cuando llegamos a Dakar nos despertaron los chicos, porque al menos yo estaba profundamente dormida y ni me había enterado de que habíamos llegado.
Tras desembarcar nos llevan en bus hasta una gran sala donde esperamos que bajen los equipajes, que dejan todos juntos y cada uno va buscando el suyo y se encarga de sacarlo del montón.
Una vez fuera del puerto esperamnos que vengan a buscarnos con la furgoneta, que había llegado por carretera a las 2 de la madrugada (eran las 8,30h);despues fuimos a recoger a Mista y a desayunar en una especie de cafetería-burguer-pizería-supermercado (es decir todo en uno).
Una vez con la tripa llena, tomamos dirección a Sant Louis, atravesando Dakar y encontrándonos de nuevo con el monumental atasco y los vendedores en medio de él.
Camino de Sant Louis, paramos a comer en Poute,un pueblo con arraigada tracdicción musulmana y donde no pudimos degustar nuestra siempre apetecida Flag;comimos en un bar rodeados de preciosas telas y bordados, y mientras esperábamos que nos sirvieran la comida, nos dimos un paseo por unas cuantas zapaterías que había en la zona.
Llegamos a Sant Louis a media tarde y nos alojamos en el hotel Oasis, un complejo con bungalows y una piscina hacia la que se nos fueron enseguida los ojos.
Al principio hubo un poco de desilusión y algo de enfado, puesto que al llegar, excepto en mi habitación, en las demás no había luz y tampoco había agua en ninguna de ellas;la luz se arregló enseguida, era sólo cuestión de subir las clavijas, pero lo del agua era otro cantar, no era problema del hotel,según conseguí entender a la encarrgada,sino que era la ciudad entera la que estaba con cortes de agua, con lo que me dirigí al grupo y les dije que si querían, podían intentar cambiar de hotel, pero al ser problema de la ciudad, aunque el hotel fuera de 20*, el problema seguiría siendo el mismo.
Dado que en principio el sitio nos había gustado mucho y que disponíamos de una piscina donde refrescarnos y dejar parte del "equipaje" corporal,decidimos quedarnos e intentar disfrutar del lugar.
La decoración del hotel estaba conseguida y tenía rincones muy chulos.
Los caminos que llevaban a los bungalows también estaban decorados con varias imágenes
¡En senegal, con la misma tela te hacen tanto unas cortinas como un traje como un mantel!
Al final el agua llegó también enseguida, pero a pesar de ello, nadie quiso dejar de disfrutar del baño en la piscina.
Parecían aguas termales por la temperatura del agua.
Disfrutamos mucho del baño y de las cervezas que nos tomamos dentro mismo de la piscina
jugamos un rato, charlamos y descansamos del viaje.
Guerra de titanes y sirenas
Cenamos allí mismo, cómo siempre una cena buenísima y abundante y tras la cual nos fuimos con Mamadou, el chofer y Mista a dar una vuelta por Sant Louis.
El paseo fue muy agradable, las calles y la gente muy tranquila.
Nos metimos enun "pub" a tomar algo y casi nos morimos de risa al comprobar que no tenían de nada de lo que habiamos pedido(coca,sprite,fanta,mojito) y se tuvieron que ir al local de al lado a por ello.
El "pequeño" mojito que le sirvieron a silvia, ¡sin una gota de hielo!
Allí estuvimos un buen rato charlando y al volver al hotel, al pasar por el barrio de los pescadores, nos fijamos que la gente estaba durmiendo en la calle, no sabemos si por el calor que hacía o por falta de espacio en las "casas".
Algunos de los puestos fuera del hotel donde vendían ropa, artesanía, cuadros……